La sexualidad abarca muchos aspectos del ser humano como son la intimidad, la comunicación en pareja, el erotismo, el placer, la orientación sexual y la reproducción entre otras. Todos ellos se pueden tratar con terapia sexual con el objetivo de que la persona viva su sexualidad no como un problema sino como algo para disfrutar.
La terapia sexual tiene como objetivo ayudar a personas que experimentan algún tipo de problema o malestar en el ámbito de su sexualidad. Pero no sólo se centra en los aspectos biológicos o mecánicos de las prácticas sexuales sino que va más allá, tratando otros muchos factores.